sábado, 24 de marzo de 2012

Versos de mar Pacífico



Domingo al pie de la Casa Museo Isla Negra de Pablo Neruda, Litoral, Chile.
Me gustas así, calmo y bullicioso, omnipresente y restallante,
rompiendo con tu tempestuosidad incansable los límites de la roca gris.
Profundo y turquesa, bello y susurrante como tu solo,
sagrario inspirador de los versos del poeta andino.

Nos expiras tu aroma inconfundible a playa de pescadores,
salpicado tus arenas gruesas de ostras y artesanías de tu pueblo,
vistas recónditas de tus paisajes de perfectos decorados con tu espuma blanca marina,
y sabores de mar en tus restaurantes rústicos,
previo a una siesta de atardecer de pinceladas de arte.

Visitantes intrépidos acarician tus costas con sus huellas,
apenas acercándose a tu borde helado, y descansando en tus arenas
te piden permiso para comer tus frutos del corazón de tu esencia pacífica,
y aspiran tu salinidad poética que limpia sus pulmones.

Nota: no puedo dejar de encantarme ante el Océano Pacífico que está enfrente a la casa de Pablo Neruda (poeta chileno). Sé que guarda el secreto de sus poemas y lo silba suavemente, para que los visitantes escuchen un murmullo de recuerdo de las letras del poeta. Esta es la primera vez que me encantó.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es muy bello definitivamente, aún recuerdo ese mi primer paseo en Chile :)

Saludos y abrazos desde Alemania Xime!

Edwin