En una noche santiaguina primaveral, el Sensei calculaba sus estrategias para vivir una noche desafiante, con su estilo profesional inigualable.
-¿Qué técnica recomendás
para un hombre en la conquista chilena?
-El dos por uno con la chica de
la barra.
-¿?
Los pasos felinos del Sensei
recorren de un lado a otro del salón, sonriente, ladea la cabeza de forma
pícara y bebe un vaso de piscola.
-Para mí, las chicas de la barra
son un desafío –dice, con la sabia paciencia de que el fruto caerá maduro-. Es
difícil hablar con ellas porque atienden al público. Así que voy, pido un trago
y le empiezo a conversar. Como no suele prestar atención le digo que la espero
a la salida. Y me tomo tiempo para contemplarlas –explica el brasilero con un
guiño, mientras deja caer su mano con soltura, en movimiento análogo a la
silueta de la mujer de bar.
-¿Qué más?
-Al segundo trago, le digo “no
hay segundo trago, pásame tu celular por favor” –el Sensei brasilero despierta
carcajadas en los presentes, mientras lo alientan a beber para que les enseñe
sus secretos de encanto.
(Continuará. Sigue las anécdotas del Sensei twitter: @elsenseib).
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